A tres años del rapto de Guadalupe Lucero Cialone, inauguraron un nuevo mural
Sin novedades de su paradero, familiares y vecinos se reunieron esta tarde en el barrio San Luis XXIII para recordar que la búsqueda continúa vigente.
Pasaron tres años de aquella tarde fría y gris donde raptaron a la pequeña Guadalupe Belén Lucero Cialone en el barrio 544 Viviendas. El tiempo corre y aún no hay novedades sobre su paradero. A 1096 días la familia inauguró un nuevo mural con el rostro sonriente de “Lupe”.
Pasadas las 16 de este viernes, familiares, allegados y vecinos se acercaron a la casa del papá de la nena, Eric Lucero, ubicada en el barrio San Luis XXIII para ser parte del acto en conmemoración de la pequeña que hoy tiene ocho años.
“A Guadalupe la sentimos todos en San Luis, estoy muy agradecido por todos los que vinieron. Son tres años en los que uno anhela encontrarse con Guada todos los días. Uno sigue con la vida, pero sabemos que ella no está con nosotros, pero seguimos en pie por ella, aunque sea muy difícil. Quizás para muchos este mural no signifique nada pero para nosotros es importante recordarla”, dijo Eric Lucero al momento de bajar la tela blanca que cubría el mural.
Entre todos los presentes, pintaron en el muro “tu familia te espera”.
Por su parte, el abogado de la familia paterna, Héctor Zavala en declaraciones a El Chorrillero sostuvo que “es un día muy triste, sé del sufrimiento de toda la familia. Desde hace tres años me ha tocado estar cerca del caso y esta actividad, es para mantener activa la búsqueda”.
“Es importante recordarle y pedir a la ciudadanía que si alguien no se animó a hablar o tiene algún dato que nos pueda ayudar, no importa el motivo por el cual no habló hasta hoy, pero nosotros queremos que esas personas brinden la información”, requirió.
El artista villamercedino Víctor Canaviri estuvo dibujando el rostro de Guada durante una semana y contó que “fue un compromiso muy fuerte, una gran responsabilidad tener que representar esto es otro nivel qué significa”.
Al finalizar, Eric se fundió en un abrazo con cada uno de los presentes y pidió una vez, por la aparición de su hija.